El beso fue tan intenso
que perdió del tiempo la noción
fue masturbar la boca
hasta la razón perder
desbocándose
entonces comenzó el delirio
y vio zarzas en los labios
lianas colgando
musgo
gestos de orgasmo
hilos de baba
ojos de fuego
vio la boca salir de su surco
el amor danzando en la cabeza
y vio a Hipócrates, a Galeno, a Plutarco
a Freud
alucinando en la demencia
vio locura
y ternura
y más locura.
::: y las zarzas arden y hablan y dicen: El que soy y se confunden en el soy tu y se funden suspendidas en el no ser. Aquí dejo mi huella, Claudia :::
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